IGUAL QUE existe una izquierda de la humanidad y de la empatía, la izquierda de Camus, la de Orwell, la de Sontag, existe una izquierda sin humanidad: la de Neruda, la de García Márquez, la de Sartre/Beauvoir. En esta guerra estoy viendo hasta qué punto es fuerte la izquierda sin humanidad.
No han dicho todavía una sola palabra contra Putin ni contra el estado agresor Rusia. Con la boca pequeña dicen “No a la guerra” y con la boca grande “No a la OTAN”. Todo su argumentario es un contra-argumentario: “Ah, ¿es que USA permitió que instalaran misiles en Cuba?” “Ah, ¿y por qué os importa tanto la guerra de Ucrania y no otras guerras?” “Ah, ¿y cuándo va a salir Israel de los territorios ocupados?”.
Toda la inteligencia que invierten en justificar a los que están lanzando las bombas es la que les falta para defender a los que las están sufriendo. No han dicho todavía una sola palabra en favor de los ucranianos. Luego miras en sus redes sociales y descubres que defienden a asesinos en serie del tamaño de Fidel Castro o a terroristas comprobados como Arnaldo Otegi.
Cuando a una persona que se supone de izquierdas se le olvida en una guerra de agresión quiénes son los verdugos y quiénes las víctimas…