LO QUE me está influyendo Schopenhauer, es que es increíble. Schopenhauer que es además un filósofo al que me tomo en serio, no como a bufones de la eslora de Platón, Séneca, Nietzsche o Cioran, a quienes no hay manera de leer una página entera sin romper a reír. Eso que escribí hace unas semanas, lo de que el optimismo es una animalidad, ya estaba bajo la férula de Schopenhauer, y esta mañana pensaba: ¿por qué una chica, por el mero hecho de ser guapa, llena tanto? ¿Y por qué el fútbol, siendo un deporte tan tonto, arrastra y da tantas alegrías a la gente? ¿Y por qué la música mala o la literatura mala tienen tanta fuerza y tanto éxito? Respuesta: porque somos empujados por la voluntad ciega de la naturaleza, que necesita que nos reproduzcamos y por tanto que no pensemos demasiado en los motivos de nuestros actos. La naturaleza necesita chicas guapas, chicos guapos, porno barato, nosotrismo, folclore, música boba y poemas-cliché: quienes se forman un mundo interior complejo son personas contra natura. Filósofos como Schopenhauer acabarían con la existencia, porque una de las decisiones que toma una persona que-se-da-cuenta-de-las-cosas es no tener hijos: Schopenhauer es un tipo que contrae la enfermedad de la vista en un mundo que necesita de ciegos para sobrevivirse.