CREO QUE ese pensamiento de Protágoras, el de “sobre todas las cosas pueden hacerse dos afirmaciones exactamente contrarias”, en ningún tiempo ha sido tan verdadero como el de ahora, donde gracias a Internet podemos leer cada día una opinión y su contraria sin los filtros de los media tradicionales. Lees a los antichavistas de Internet, activísimos, y te queda claro que Venezuela es la dictadura más repugnante del mundo; lees a los chavistas, también activísimos, y diríase que allí se está creando el paraíso y el hombre nuevo. Te puedes encontrar biografías, artículos y hasta documentales que presentan a Hitler y Stalin como grandes benefactores de la humanidad; y en cambio a Gandhi y la madre Teresa de Calcuta como malvados, xenófobos y arribistas. Puedes escuchar en este centímetro a quienes consideran al amor romántico como lo más maravilloso que te puede suceder en la vida; y un centímetro más allá a quienes lo ven como una cárcel machista y judeocristiana llena de dependencia y de culpa, primer paso hacia el maltrato. Esto me hace pensar que la razón es un instrumento bien pobre si no viene acompañada de la convicción, pero ¿qué es la convicción más que una inmersión en la fe? ¿Sería la razón por tanto una herramienta inútil o al menos una herramienta menor? Me acuerdo de Burckhardt: “La división mito vs logos es falsa. Los antiguos griegos aunaron los dos y solo decayeron cuando dejaron de creer en el mito”.