JENNIFER LOPEZ cumpli贸 anteayer 56 a帽os. Cuando sale el recurrente debate de qu茅 es Occidente y unos dicen que la democracia griega, otros que el derecho romano, otros que la religi贸n judeocristiana, otros que la Ilustraci贸n, otros que la revoluci贸n industrial o cient铆fica, yo en cambio digo: Occidente es Jennifer Lopez. El 煤nico progreso en que creo es aquel que no aplasta a otros y la 煤nica filosof铆a que comparto es la que no rechaza nuestra condici贸n de animales. Jennifer Lopez es un aumento de luz puro, que no trae consigo la oscuridad de otros: en ella la penicilina no lleva en su env茅s una bomba at贸mica. El secreto de la diva del Bronx es que, justo cuando parece que va a ser burda, se detiene; justo cuando va a ser porno, se detiene: es un animal tutelado y potenciado por una cultura sofisticad铆sima que integra el color, el vestido, la m煤sica, la danza y el cine.
Me viene a la cabeza ahora mismo un aforismo ruso cuyo autor no recuerdo (luego lo busco): "El ideal del ruso es casarse con una mujer rusa, pero que vaya a la moda como una occidental". Esa es la parte mejor de Occidente: nadie como ella tiene la obsesi贸n de que una Jennifer Lopez pueda ser posible a los 56 a帽os y, al conseguirlo, desmiente la cr铆tica muchas veces fundada del izquierdismo o del feminismo, que se帽ala que los criterios est茅ticos de belleza de tan estrechos son "imposibles": al contrario, cada vez es m谩s com煤n encontrarse en Occidente a hombres y mujeres que llegan a edades avanzadas y conservan la elegancia y la imantaci贸n; la propia Jlo no es ninguna beldad de medidas perfectas, sino una mujer que tuvo que luchar de joven contra los prejuicios sobre su culo, que se juzg贸 "demasiado prominente", y contra los que exist铆an sobre su cuerpo incluso, pues escuch茅 muchas veces a Deborah Ombres, en su programa de MTV, decir con mucho asquete que "Jennifer Lopez es un tap贸n". No es que la puertorrique帽a sea guapa de f谩brica, sino que inevitablemente lo es despu茅s de verla posar y actuar y hablar y cantar y bailar.
Casi todas las corrientes filos贸ficas y religiosas de Occidente van contra la insistencia en el f铆sico, la moda, la fiesta, la alegr铆a y los bailes indecentes, a los que acusan de banalidad y "corrupci贸n de las costumbres"; para m铆, en cambio, una persona sencilla, guapa, alegre y talentosa me vale por las obras completas de Heidegger.